jueves, 9 de noviembre de 2017

LA CONCILIACIÓN DE LOS OPUESTOS


¿Cómo encontrar el punto medio entre el exceso y el defecto ya anunciado por Aristóteles en su libro Moral a Nicómaco hace más de 2500 años? Esto es lo que me indicaron a mi: si quieres encontrar tu punto medio antes deberás de conocer todos los extremos.

El Yoga trata de conciliar los opuestos como condición sine qua non que debe establecerse antes de plantearse el desafío de despertar y elevar la energía latente que yace atrapada en la base de la columna vertebral, con la que uno puede alcanzar el estado de Unión con todas las cosas.

Rápido-lento, frío-caliente, mental-pasional, racional-intuitivo, idealista-pragmático, teórico-práctico, dentro-fuera, flexión-extensión, izquierda-derecha, estiramiento-fortalecimiento, arriba-abajo, rigor-misericordia, introversión-extroversión, éxtasis-énstasis, libertad-servicio. Tantos y tantos son los pares de opuestos que hay que cancelar para trascender la dualidad.

En Hatha-Yoga, se conciben dos canales energéticos, conocidos como Ida y Pingala, como vehículos que canalizan las energías de índole opuesta, a menudo referidas en forma coloquial como masculina y femenina, en el organismo. De hecho, el vocablo 'Ha' significa Sol. Y el vocablo 'Tha' significa Luna. Por lo que Hatha Yoga no es sino el Yoga de las energías masculina y femenina, por la que se busca su balance en el cuerpo energético humano, ciertamente mediante las clásicas asanas o posturas mantenidas, aunque también practicando algunos ejercicios dinámicos (karanas), pero más allá superponiendo a las mismas determinados ejercicios y pautas de control y direccionamiento de la respiración (pranayama), técnicas de cierre energético (bandhas), gestos de poder (mudras) y técnicas de aislamiento de los sentidos (pratyahara) y de concentración (dhyana).

Taller de Hatha Yoga en los alrededores de Altea, al aire libre, domingo 19 de noviembre de 2017, de 11:00 a 13:30, en algún lugar de la costa de Altea. Desde un enfoque inclusivo, una propuesta que ofrece, en su vertiente más física, posturas que pueden ponerse en práctica según diferentes variantes, en una adaptación mutua entre el Yoga y el adepto.

Aportación: 10 €.

La Vida surge de la tensión entre los opuestos.